domingo, 26 de febrero de 2012

Uneven

    Blablablablablablablablabla... palabras y más palabras blablablablablablabla... absurdo, entiende lo que él dice pero no consigue comprenderlo. Podría resumirlo todo en una cosa: palabras que nadie asegura que tengan sentido, largas, cortas, sustantivos y pronombres, palabras que no desea seguir escuchando. Se plantea irse, escapar, pero eso dañaría a su interlocutor y es algo que no puede permitir, después de todo, de ese río de pensamientos expresados ella tiene parte de culpa.
    Una solución ilumina su mente y no lo duda, de entre sus ropas saca una pequeña pistola (no por ello menos efectiva) para con una sonrisa y un "te amo" despedirse del mundo. Coloca la pistola en su mano sujetándola con firmeza y la mueve varios centímetros en el aire hasta posarla justo encima de su oreja y.. "¡bang!" un nuevo color para sus cortinas, después de todo el que tenía nunca le había gustado.

viernes, 24 de febrero de 2012

A la carta

   Todo perro-mascota conocido espera por lamer los restos del plato de su amo como si se tratara del más delicioso y exquisito festín. En ocasiones ocurre lo mismo con las personas, esperan ansiosas por las sobras de otros sin darse cuenta, ya sea voluntaria o involuntariamente, de que poseen sobre la mesa un plato propio.

sábado, 18 de febrero de 2012

Bosque de los lamentos


   Un rastro de color dentro de un mundo en escala de grises me llevó hasta a ti. Acostada sobre jergón de hojas caducas, melena descuidada, enmanarañada, pero no por ello menos hermosa; piel pálida, blanca como el pelaje de un lobo polar, tal vez en algún momento pareciste uno de ellos, defendiendo tu vida con garras ahora salpicadas por gotas de tierra húmeda. Temo tocarte, descansas como una muñeca de porcelana rota con la que resultaría imposible no cortarse.
   Un río cercano al lugar donde te encuentras hace chocar sus aguas contra la orilla relatando así tu pesaroso destino. Escucho con cuidado, no es necesario preguntar que pasó, tu cuerpo revela por si solo las marcas de un brutal asesinato dotando tu vestido de un llamativo tono carmín, muestra singular de la cruenta y excesiva pasión de algún hombre.

viernes, 10 de febrero de 2012

Reacciona, que tu cuerpo escuche

Despierta princesa, por fin amaneció
Despierta princesa, las aves nocturnas fueron sustituidas por golondrinas y verderones
¿Puedes escucharlo? su canto dedicado especialmente para ti

Levanta princesa, abrázame como solías hacerlo, como siempre hiciste
Levanta princesa, abre los ojos, mírame
permiteme pasear por verdes llanuras de hierva fresca

Háblame princesa, necesito volver a escuchar los "te quiero" camuflados por caricias silenciosas,
tú voz golosa enredarse en mi melena despeinada

Ven princesa, traje flores para ti, en esta época invernal no nacen demasiadas
me tomé la libertad de cultivarlas en jardín del corazón, donde gracias a tu presencia siempre es primavera.

¿Puedes escucharme? ¿Princesa?

Las lágrimas de un agostado amante ruedan sin control hasta encontrarse con la lápida cenicienta de su perdido amor.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Stairway to heaven

Tomados de la mano salimos juntos del supermercado dirección a un aparcamiento cercano donde nuestro coche esperaba para volver a casa. Cruzamos la calle pero nos detuvimos antes de llegar al lugar anteriormente comentado. Ante nosotros se alzaba un estrecho callejón escalonado del que anteriormente tan siquiera nos habíamos percatado. Ambos nos miramos intercambiando cómplices medias sonrisas a cerca de un delito aún no cometido. Seguros de los pensamientos del otro soltamos las bolsas de la compra que cada uno sosteníamos en la mano libre y emprendimos la subida por el angosto callizo. A penas tardamos varios minutos en llegar al final del mismo, una puerta metálica, oxidada, con apariencia de no haber sido utilizada desde hacía mucho tiempo. De nuevo bastó un ligero cruce de miradas para activar el engranaje motor de nuestras intenciones. Un movimiento un suspiro, apoyados sobre la pared convertida para nosotros en lecho mullido de musgo y gotelé dio comiendo un inclemente combate por conquistar tierras inexploradas, labios avanzando sin control por el campo de batalla, sucumbiendo y haciendo sucumbir.

Fue un desmedido golpe el que nos hizo detener nuestro juego, sin duda provenía de la puerta en la que las escaleras llegaban a su fin. Contuvimos el aliento en espera de nuevos choques que no tardaron el producirse. El pomo no giraba, como si realmente nadie estuviera intentando abrir aquel portón, a pesar de lo cual parecía capaz de desplomarse en cualquier momento. Una melodía de empujones "in crescendo" batallaban por abrirse paso mientras un humo blanco comenzaba a filtrarse bajo la pesada puerta. Dimos inicio a una apresurada carrera de miedo incontenible. El callejón antes recto y luminoso comenzó a serpentear en la sombra sin darnos oportunidad de escapar, facilitando que aquella humareda ganara terreno sobre nuestro intento de huida. Finalmente, acompañado de un gran estruendo indicativo de que la puerta había terminado por caerse abajo me advertí envuelta por aquella fumarada impidiéndome ver y separándome definitivamente de mi ya extinto acompañante. Como inmediata consecuencia las paredes parecían haber desaparecido resultando inasequible encontrar camino o dirección que no condujera a la nada.

domingo, 5 de febrero de 2012

Limpios trapos sucios

   Aquella tarde nadie alteraba el silencio de los pasillos del castillo. Cocina, comedor, nadie, todo el personal, noble o no había sido convocado, reunido en una única sala ¿Por qué razón? la reina había sido acusada de adulterio con un misterioso caballero, castigo impuesto tras el juicio: la muerte. Nadie objeto nada, ella no se defendió. Repiqueteaban los tambores mientras se acercaba a pasos agigantados su final.
    Siempre vestida con su característico orgullo la reina se postró de rodillas ante lo que prometía ser su última visión, un caldero y en su interior una potente fuente de calor. Un verdugo la tomó del pelo e introdujo su cabeza en aquel infierno donde ahogada en alaridos, la soberana del castillo pudo sentir como la piel se desprendía de su cuerpo quemándose como si de papel de fumar se tratara, su cara se deformaba al son de las invisibles llamas provenientes del comburente perol. Aún así no moría, no moría, ni lo haría nunca.
    Su desfigurada majestad se incorporó y palpó con horror el rostro que a penas varios segundos atrás habría podido robar el corazón de cualquier hombre, si sus conductos lagrimales  no se hubieran vuelto incapaces de cumplir su función, sin duda habría llorado.
   Mientras tanto, en otra sala del castillo un rey besaba con pasión el cuerpo de su próximo juguete roto.

Cada vez que saltan los plomos

Él la mira, su piel, si puede ser llamada así, metalizada, plateada e inerte como la luna llena, él la desea, disfruta pudiendo contemplarla sin temor. No puede moverse pero su interior es una incesante tempestad en mitad de un gran océano, imperceptible para quien ve la televisión cómodamente sentado en su casa pero mortal para los navegantes poco precavidos. Ambos son los bailarines principales en una danza desbocada de sensuales miradas. Entre ellos literalmente "saltan chispas" : resistencias, transistores,  circuitos incandescentes. Cada vez que se va la luz fue por que la tostadora y el microondas quisieron hacer amor.