jueves, 25 de octubre de 2012

Porque los amores de una noche me parecen demasiado largos

   Amores de transporte público, de esos que duran lo que tardemos en llegar a nuestro destino y bajarnos en la parada adecuada dejando atrás al chico o chica de nuestros sueños, una veinteañera de larga melena rubia que ameniza su camino leyendo poesias de becker o aquél joven de ojos azules y un pendiente en el lóbulo izquierdo que rie con sus amigos sin percatarse de unos ojos que le observan. Quisiéramos levantarnos y decir "hola, tal vez tu no me conozcas ni yo a ti pero quiero que sepas que te llevo observando todo el trayecto  y pienso que serías perfecta para mi" pero no lo haremos, en su lugar bajaremos en la estación a la que en principio pensábamos dirigirnos despertando de un imaginario cuento cuyo final siempre será desconocido.