domingo, 25 de marzo de 2012

Cubertería de plata

  Propongo un brindis con vino caro y copas de cristal con incrustaciones bañadas en oro, un homenaje a los días en los que nada sale bien, donde la mera intención se queda corta y perezoso, el resultado no refleja denuedo. Puedes intentarlo cuanto quieras pero los planetas se alinearán las veces que haga falta con tal de errar tus palabras, fallar tus acciones y minar tu empeño.


(Aún así, nunca te rindas)

miércoles, 14 de marzo de 2012

La muerte de los románticos

  Si tuviera princesa la cubriría de abrazos, regalaría rosas que no equipararan su belleza, compondría canciones no más hermosas que el timbre de su voz, arrancaría para ella las estrellas del firmamento aún a sabiendas de que ni tan siquiera todas ellas serían capaces de competir contra el centelleo de sus ojos. Llorar por no tenerla, vivir para cumplir ese sueño en el que nuestros latidos se acompasan.

  Todo es precioso hasta que entra en escena la princesa de nuestro maravilloso cuento, realidad y ficción se entrelazan de la manera más dulce. Caen abajo las murallas, se derrumban los castillos, se disipa de cada palabra su cubierta caramelizada, cuando las nubes serían su cama y la luna bajaría a su ventana, nada queda ¿Qué pasó príncipe? Guardaste tus promesas en una caja y la tiraste al mar para nunca más ser recordadas. De la chistera, como en un mal truco de magia aparece un partido de fútbol y un "mujer, traeme una cerveza".

sábado, 10 de marzo de 2012

Que nadie diga que no lo puedes conseguir

Contando estrellas de papel, estrellas sin vida. Dicen de ellas que no conceden deseos pero acuso esa afirmación de mentirosa. Las estrellas de verdad tienen para existir sus propios motivos ¿Y las de papel? Decorar techos, provocar sonrisas, ser regaladas,  a fin de cuentas, cumplir deseos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Mirada al cielo

   Como cada noche desde hacía una semana el gato solitario fue a ver a su nueva amiga la luna. Alzó el gatito su mirada al cielo y con tan solo un vistazo pudo descubrir en ella una inútilmente camuflada soledad.
  Apenas se conocían pero el gato les consideraba a si mismo cómplices; De este modo, el animal decidió que complacería de su amiga cada uno de sus sentimientos. Con esta finalidad, como sombra en noche cerrada, salio en busca de amantes de luna. Los niños eran pasajeros preferentes en este viaje desesperado por surcar los cielos y ejecutar el abandono. Camuflado bajo su amable piel minina y un maullido lastimero atraía a las pequeñas criaturas de inocente voluntad hasta la orilla de un pequeño lago en lo más profundo de un céntrico y enorme parque. Una vez allí se dejaba acariciar melosamente y aprovechando ese momento de distracción, con un grácil movimiento, los enviaba con ella. Darle recuerdos - decía - susurrarle al oído que la extraño, no la olvido. Con pausada lentitud las aguas negras de la laguna restablecían su calma, simultáneamente, los pulmones de los viajeros quedaban sin oxigeno, sin latidos su corazón bajo el reflejo lunar.
  A partir de ese momento, y por cada muerte causada por su felino compañero, el astro decidió vestirse de luto. Adornando su cuerpo un infortunado vestido rojo, nuestra dama contemplaba con rechazo las vidas perdidas que llevaban su nombre.