miércoles, 15 de agosto de 2012
Jugos gástricos en las flores, mariposas en el estómago
Desde la primera vez que lo vio un ligero pero cada vez más intenso sentimiento se apoderó de ella, no sabía lo que era, una sensación completamente nueva que no llegaba a comprender, por ello decidió preguntarle a una amiga suya, mayor y más experimentada en temas de hombres. "Mariposas" le dijo "a eso se le llama tener mariposas" Entonces, pausada y aparentemente tranquila, la muchacha se dirigió a una mesa del comedor escolar en el que se encontraban, tomo un cuchillo y lo clavó en su vientre dibujando una linea recta, sacó el improvisado bisturí y con la misma quietud introdujo ambas manos en aquella incisión sacando cada elemento que encontró hasta caer desmallada en un charco de sangre y vísceras. Se podría decir que no resultó de su agrado la idea de albergar un centenar de bichos alados revoloteando en su estómago.
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