Por esta vez, he decidido olvidar. Voy a vivir el presente que deseo, conseguir el futuro que anhelo y dejar atrás aquello que me hace daño. Esas sensaciones, esos recuerdos de tormento, escapan de mi cuerpo en forma de masa oscura y pegajosa, los expulso para que no puedan volver jamás, se alejan, se alejan, se alejan... Dejando solo la calma de quién, bajo la única vigilancia de la luna, es mecido por el calmado vaivén de las olas en una pequeña y alejada cala de aguas poco profundas.